Lengua, redes y aprendizaje

Digitale e IA: alleati per insegnare e imparare

 L’uso creativo del digitale e dell’IA nell’insegnamento dello spagnolo supporta e valorizza l'inclusione, l'apprendimento autentico e il ruolo docente innovativo, in coerenza con le priorità pedagogiche europee. 

La reciente normativa ministerial, que ha prohibido el uso de dispositivos digitales personales de los alumnos en el aula, nos plantea un reto interesante. Lejos de verla como un obstáculo, podemos interpretarla como una invitación a repensar nuestras metodologías. La prohibición no anula el potencial de la tecnología, sino que nos obliga a ser más creativos con los recursos digitales y tecnológicos que ya están a disposición en la mayoría de escuelas (ordenadores, tabletas, pizarras interactivas y plataformas de gestión del aprendizaje). La clave está en combinar esas herramientas con los muchos recursos online y los materiales digitales asociados a los manuales, con el objetivo no solo de “usar tecnología” sino de generar aprendizajes motivadores y aplicables a la vida real.

Integrar los recursos digitales en la enseñanza del español permite transformar la experiencia educativa, dando oportunidades al profesorado de diseñar actividades auténticas y originales, fomentando así la participación activa del alumnado y un aprendizaje relevante.

Manuales como ¡Qué alegría!, Mi banda o Rumbo español y ¡Mucha suerte!  ofrecen recursos digitales integrales: libros digitales líquidos, apps interactivas, enlaces multimedia y la plataforma KmZero, que permiten adaptar los contenidos a las necesidades de cada estudiante. Estos recursos facilitan la creación de actividades inclusivas, con opciones múltiples de representación (texto, audio, vídeo, infografía), siguiendo los principios del Universal Design for Learning (UDL), un enfoque basado en el principio de diversificar las formas de acceso a la información, de participación activa y de expresión de los aprendizajes. Por ejemplo, los libros digitales permiten lectura en voz alta, ajuste de contraste y tamaño de letra, y acceso a audios y vídeos, favoreciendo a estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje y necesidades educativas.

El aula digital se convierte en un laboratorio donde tradición y modernidad entran en dialogo: se estudian textos literarios clásicos mientras se accede a recursos gratuitos de museos y bibliotecas, o se analizan medios contemporáneos en línea (blogs, sitios web, streaming, podcasts, publicidad, informativos, etc.). El aprendizaje se enriquece con tareas auténticas, proyectos colaborativos y actividades de creación multimedia, que fomentan la alfabetización digital y mediática.

Hoy en día la inteligencia artificial complementa este enfoque: genera diálogos o redacciones adaptados al nivel de la clase, sugiere alternativas de vocabulario, propone repasos personalizados y adapta un mismo texto a varios niveles, lo que resulta clave en aulas heterogéneas. Además, es útil para la inclusión de alumnos con discapacidad, ofreciendo apoyos visuales o auditivos y creando historias con imágenes pertinentes. También permite trabajar un artículo de prensa española y generar un test con preguntas de comprensión, léxico o cultura, listo para usar en clase. En literatura, la IA puede simular una entrevista con un autor, incluso en modalidad vocal, para que los estudiantes vivan la lengua en un contexto creativo e interactivo. Bajo supervisión y con criterios éticos, no sustituye la guía docente, pero potencia la personalización, la equidad y la eficacia del aprendizaje.

La integración del digital convierte al alumno en protagonista de su aprendizaje y refuerza el papel docente, que se transforma en diseñador y orientador de experiencias. La lengua se vive y se construye colectivamente, y cada recurso digital se convierte en una herramienta para aprender haciendo, experimentando y compartiendo, combinando teoría, práctica y creatividad en un entorno abierto a todos y estimulante.

Integrar lo digital en el aula implica también educar a una ciudadanía responsable: aprender a seleccionar información fiable, reconocer noticias falsas y cuidar la huella digital se vuelve tan importante como leer o escribir. Esta competencia crítica conecta directamente con la formación de ciudadanos europeos activos y conscientes. Al mismo tiempo, el uso de tecnologías en la enseñanza puede contribuir a los objetivos de sostenibilidad, reduciendo consumos materiales y favoreciendo prácticas de aprendizaje colaborativo y solidario, en sintonía con la Agenda 2030.

Lejos de pensarlo como un enemigo, el digital es seguramente un buen aliado tanto de los docentes como de los estudiantes. .

Referenze iconografiche: Tyler Olson/Shutterstock

María del Valle Montes Torres

María del Valle Montes Torres, licenciada en Psicopedagogía por la Universidad de Sevilla y Máster en Prevenzione e Gestione del Disagio Scolastico e Giovanile por la Università di Cassino. Docente de Lengua y Literatura española en Roma. Con experiencia en todos los niveles educativos en España e Italia, especialista en inclusión, orientación y prevención escolar, referente BES e instrucción domiciliaria, formadora de docentes y tutora universitaria, combina liderazgo y compromiso con la innovación educativa.